CHALMA El Viento del Sur

El viento del Sur
Chalma 
(Primera entrega)

Chalma, Autor: Tlacuilo

El viento del Sur
Chalma 

Enclavado entre barrancas, al sur poniente de la mesa central de México, Chalma es sin lugar a dudas el lugar de culto popular religioso más importante en el centro de México solo superado por el santuario de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.

En Chalma en contraposición de la Villa de Guadalupe, sus visitantes son esencialmente del sector de población de escasos recursos económicos. Por lo tanto más indígena que el mosaico rico del guadalupanismo que, efectivamente, abarca lo indígena, pero que atraviesa toda la gama social y cultural de México. En Chalma vemos pues de manera nítida el compendio del rostro cultural del México mesoamericano, aunque con los símbolos católicos como envase más que como contenido. Si, a pesar de los casi 500 años, en México, al menos en el México indígena y en buena medida en el mestizo, sigue vivo el fondo de la veneración arcaica a los elementos de la naturaleza y su visión animista está tan vigente como a la llegada de los españoles, aun a pesar de sincretismos, tortura, inquisición  y demás monerías del colonialismo.


La imagen que se venera es el Señor de Chama, un Cristo negro crucificado, que es visitado por gran cantidad de devotos y peregrinos, principalmente de los valles de México y de Toluca. Al parecer el lugar ha sido visitado por peregrinos desde la época prehispánica cuando se dice se veneraba a Oztocteotl deidad tutelar de las cuevas.

Las idas a Chalma como al Tepeyac y otros lugares tienen un componente para el equilibrio social, sobre todo de ciertas poblaciones que tienen un componente rico de tradiciones que heredaron de su raíz sobre todo indígena, en este contexto cultural también tiene un fuerte componente de ritos y simbolismos para reafirmar su vínculo con la naturaleza, que en algunos casos va dejando de tener el peso antiguo, en la medida que las relaciones agricolas y del clima va cambiando en las poblaciones aledañas, cada vez menos rurales y más urbanas. En el caso de Chalma sigue teniendo una vigencia fuerte. Me refiero a que estos lugares son parte de un conjunto de sitios que por sus caracteristicas geograficas, teluricas, climaticas y fluviales garantizan el nexo con la lluvia, la agricultura y por lo tanto con la vida misma. Así pues Chalma forma parte importante con aspectos propios de su situacion climatica y fluvial. Entre los peregrinos que acuden a Chalma encontramos por ejemplo a los graniceros, organizaciones herméticas de conocimientos que tiene la encomienda de trabajar con los temporales, es decir con la lluvia, garantizar el equilibrio pluvial, desaser el granizo pernicioso para la milpa o provocar la lluvia donde se necesita. Ademas van toda suerte de curanderos y van también, como una obligación espacial los concheros.

El camino.

Créditos. A quien corresponda

Siendo Chalma un lugar de culto importantísimo para el sector social más marginado de la ciudad y sus alrededores, ha sido un atractivo para la danza de concheros, que durante muchos años ha sido parte de ese México que Bonfíl Batalla llamó el México profundo. Una vasta riqueza cultural mesoamericana se percibe en Chalma y en la danza de concheros se mimetiza con la mezcla de ese legado cultural autóctono y las formas del catolicismo impuesto en un pasado colonial.

Siendo como se infiere un lugar de culto desde antes de la llegada de los españoles, es bastante probable que llegaran al lugar algunas formas de danza. La danza que se conoce como de concheros seguramente llegó a Chalma a llegada de esta tradición al valle de México a fines del siglo XIX[1]. Así probablemente algunas de las cofradías de chalmeros de esos años hubieron de aceptar volverse danzantes por un lado y por el otro las familas de inmigrantges venidos del Bajío junto con la danza, hayan también incorporado a su calendario de devociones el ir a Chalma o ambas situaciones, es decir que las familias de inmigrantes concheros hayan incorporado a sus congregaciones de danza a chalmeros (que es de suponer no eran pocos) para ser grupos mixtos que incorporaron las caminatas chalmeras a sus obligaciones[2] de conquista[3].

El lugar donde está establecido el santuario era de difícil acceso y por lo tanto se antoja complicado que se hayan realizado algún tipo de danzas colectivas masivas en la época prehispánica frente a la cueva. Quizás solo cierto tipo de gentes en esos años iba a presentarse ritualmente al lugar. Cierto tipo de linajes o hermandades sacerdotales. Como durante años se ha hecho en cimas de volcanes, en grutas, manantiales o peñas. Acaso como abordaré  en líneas adelante, el lugar de culto de fuera en  algún lugar más apropiado para la manifestación masiva tanto de la danza como de las peregrinaciones, alguna población cercana como Ocuilan o Malinalco o más probable y más lógico aún en el lugar conocido como el Ahuehuete,  por el mágico árbol de esta especie Taxodium mucronatum, que se encuentra a las afueras de Ocuilan,  unos kilometro antes de Chalma y que es de vital importancia ritual y casi inseparable de la visita al santuario    

Los concheros tienen como costumbre ir a cuatro santuarios católicos en los que anteriormente se veneraba a representaciones mesoamericanas. Sin embargo Chalma es el lugar por excelencia primordial del calendario ritual de los concheros.

Antes la manera para trasladarse en largas distancias era de por si únicamente por medio del andar, ya que acá se careció de la ayuda de equinos. Al llegar la danza o retomarse esta tradición en el Valle México, acuso lugar de residencia de manera sorprendente, al grado de que en la actualidad muchos la cosideren oriunda del valle de México. A fines del siglo XIX ya instalada plenamente en el valle la danza comenzó a infiltrar sus rituales en las clases margindas de la ciudad y los pueblos aledaños, pero al término de la revolucion mexicana este crecimiento es reforzado pues las secuelas de este movimiento armado obligó la llegada de muchas familias que trajeron consigo la danza  o que aquí la conocieron y su expansión fue creciendo hasta llegar a ser todo una sociedad tradicional, que a demás de mantener sus formas rituales y compromisos con el lugar de llegada (la zona del Bajío: Queretaro y Guanjuato) adicionaron los correspondientes compromisos y calendarios rituales de las cofradias a las que se adhidieron y a las que seguramente infiltraron y convirtieron en mesas de danza conchera, con el componente nativo (náhuatl) del Valle de México.

Ya entrado el siglo XX es común y está plenamente documentada la visita de la danza al lugar. En el documental  Peregrinación a Chalma -RIQUEZA MULTICULTURAL DE MÉXICO [4] recientemente subido a la plataforma de youtube. Se pueden ver imágenes visuales que lo corroboran, son de 1922, en estas  se aprecian las evoluciones dancísticas de grupos de danzantes concheros.
 

Los señores y señoras viejas de la danza cuentan sus periplos hacia Chalma como parte invaluable de sus vivencias dentro la danza. El accidentado trayecto que en aquellos años era andando, alquilando burros en Tacubaya, comprando en el camino ollas y anafres que luego a su vez en Chalma venderían para venir sin tanta carga. En esos años el compromiso de los concheros era de una semana, porque además que el rito lo merece, el simple hecho de dirigirse a eso lugares implicaba un sacrificio y esfuerzo que ameritaban la estancia de varios días para que valiera la pena el “tanto sacrificio”. Los caminos eran difíciles e incluso peligrosos por las fierras que poblaban las montañas sobre todo en el camino del Ajusco.

La fama y la modernidad fueron inaugurando carreteras y viajes de autobuses primero hasta Ocuilan, luego al Ahuehuete y finalmente hasta Chalma, con lo que se acortaron los tiempos y las facilidades para la visita menos prolongada al santuario. Ahora en un día se puede ir y regresar a la Ciudad de México, por lo que muchos danzantes atrapados en los trabajos pueden escaparse a la velación y la danza principal e incluso a la pura velación[5].


[1] La tradición oral conchera consigna el año de 1876 cuando Jesús Gutiérrez, con un estandarte al frente llamado La Reliquia General formalmente trae  la danza  del Bajio (Querétaro y Guanajuato) la zona de origen, a la Ciudad y valle de México.

[2] “Obligación” es la palabra utilizada por los concheros para referirse a sus compromisos rituales 

[3]. “Conquista” El nombre legal de la danza de concheros, consignado en muchos de sus estandartes y en sus documentos es el de danzas de conquista. El término además se ocupa para referirse a la labor de adherir a su calendario ritual fiestas y compromisos con otros danzantes, adicionando el hecho de ganarse la alianza con otros danzantes y expandirse territorialmente con sus “obligaciones”

[4] https://www.youtube.com/watch?v=KazSnlJDKDs

[5] Velación es la ceremonia nocturna, previa a la danza, consistente en hacer trabajos rituales de flor acompañados de cantos y rezos. 

 

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