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El origen de la danza (fragmentos)

La danza y su origen


En la evocación y en el aliento, en el asidero ignoto de los ojos primeros que miraron el amanecer. Hasta allá en donde las fuentes históricas no alcanzan a documentar. “aquellas animas” a las que en la palabra los danzantes les refieren, “aquellas que nos legaron estas tradiciones”, esas que ya no alcanzan el nombre, que se pierden en el recuerdo y el paso del tiempo. El tiempo que aun al jade quiebra, y aunque sigue recordándonos lo perecederos que somos, no dispersa del todo en la memoria el aroma de lo que hace que el canto y la flor en el instante que florecen y abren la corola, se mantiene vigente el legado y el aliento vital de la oración del mito original.

¿De dónde viene la Danza? ¿Cuál es su origen?…


EL ORIGEN DE LA DANZA LA TOMA DE CONCIENCIA
José Antonio Cruz

Aquel domingo mentado me dirijo a él, un danzante, hombre menudo de unos 50 años, de quién Agustín ya me había hablado, después del saludo protocolario le suelto la pregunta ¿Jefe, cuando inicia la danza? no recuerdo si le pregunté que si en Sangremal o hice al alguna referencia, provocativa, ante el regionalismo que suelen tener los grupos y su versión tradicional, en este caso del valle de Toluca. El caso que se pone serio, después se sonríe y me dice que “fue antes, mucho antes … antes ¡miles y miles de años atrás!”.

Por un momento pensaba que estaba bromeando

     La danza apareció “cuando el hombre dejó de ser animal instintivo y pasó a ser animal racional”….

CONIN “El que hace ruido”

J. Alberto Coranguez Patiño

(Fragmento de la obra del mismo nombre)

           Es la primera semana de julio de 1531, en la planicie de Andamexey muy de mañana Conin y sus capitanes incluyendo a Hernán Pérez de Córdoba está a la espera de las señales de los chichimecas que anuncie la llegada de los intrépidos jefes de lo que se empieza a conocer como “la Gran Chichimeca”. Estos no se hacen esperar en el cerro más cercano en donde no hay vigías, se aparecen un grupo de guerreros chichimecas haciéndose notar con sus armas en la mano y con movimientos lentos depositan sus armas en el piso como señal de paz.

Es la señal de que se acercan los grandes jefes chichimecas Guamares, quienes se acercan parsimoniosamente, los jefes principales vienen por delante y a poca distancia dos decenas de Capitanes, todos han honrado su palabra y vienen desarmados, los anfitriones también están desarmados, son hombres valientes naturalmente unos y otros no vienen solos, sus contingentes a prudente no se dejan ver, pero están a la expectativa y en posición de entrar en combate si reciben la orden….

Santiago Apóstol y los rituales agrícolas.                                                                                                 
Origen y emblema de identidad en la Danza Conchera

                                                  María Cristina Córdova Ugalde3

Que es aquello que  yo miro
Que en cielo está
Es nuestro Señor Santiago
Del Cerro de Sangremal.

Y en Querétaro
y en México están
todas la conquistas
Del Cerro de Sangremal
(Fragmento de alabanza tradicional
)

Dentro de los muchos legados de la tradición mesoamericana se encuentran los rituales agrícolas; los cuales histórica y geográficamente se han ido definiendo y particularizando en cada región; para la zona centro y sur de la República donde surgieron culturas como las nahuas, otomíes, pames, matlatzincas tlahuicas, mazahuas (por mencionar algunas), dichas manifestaciones han ido conformado el eje de la unidad doméstica y colectiva.                                             

No todos los pueblos comparten las mismas

creencias ni identidad, sin embargo, todos disponen de una estructura ideológica y de valores que los ayudan a entender e interpretar el mundo; de tal manera que la figura del Santiago Apóstol ha sido receptáculo de varias identidades que dependiendo del contexto en el que determinada sociedad o grupo lo acogió como su emblema, ha justificado acciones, fundaciones y tradiciones. Esto a partir de la asimilación, reelaboración y refuncionalización tanto de símbolos como de ideas.

Para el caso de la fundación de Querétaro la figura de dicho santo conllevó a la reelaboración de tradiciones que se manifestaron en el ámbito dancístico; donde se encuentra la manera en que dicha figura se convirtió en un símbolo específico de la tradición Conchera – imagen que se ha tomado como el “Santo de los danzantes”-. Y aunque se ha sostenido que el origen (tanto mítico como histórico) de esta danza es Querétaro, Guanajuato también juega un papel importante en su conformación histórica, hipótesis que se sustenta a partir de la tradición oral manifiesta en las alabanzas interpretadas por los danzantes y en sus propios testimonios, así como en el análisis de fuentes históricas e iconográficas coloniales….

En el nombre de la cruz.

Temoatzin Tew, Fabián Frías. Profesor asociado UMK.

           Llegaba en su vochito1 blanco a todas partes. Antes de apagarlo, “ruuuuuuuuuuuuum, ruuuuuuuuum, ruuuuuuuuuuuuuuuum…”, fuerte, recio, escandaloso, incomodando. “No es necesario hacer eso, la máquina funciona bien”, decía mi maestro cuando lo escuchábamos y cada que él estaba por recibirlo en su casa. Mi maestro fue excelente mecánico, así que sabía lo que decía. Yo estaba muy chico, pero alcancé a darme cuenta: no es que fuera innecesario que tata Manuel hiciera eso, más bien, eso era la expresión de su propio carácter. Era él mismo entre revoluciones y potencia, estruendo, bujías, firmeza, anuncio y cierre. Ese era uno de sus gritos de guerra.

“Así llega y así se va, deja te lo presento”, dijo mi maestro. “¿Eres el mozo, el mocito de Fernando?”, sí mi General, quedo también a sus órdenes.

Mi maestro y él fueron grandes amigos, cercanos, confidentes y claro, compinches. Lloró mucho el día de la muerte de su hermano y yo quedé conmovido ese día y de esa partida ya que pocas veces en mi vida había visto lágrimas sinceras y profundas en un hombre. Así fue mi tata Fernando, le conocí las más hermosas sonrisas y también las lágrimas más honestas y sin dique. Papá lloraba como, creo ahora, se debe llorar.

Esta historia no es sobre tata Fernando, es sobre su amigo pero todo queda en un entramado singular. Aquí comienza, acelerando el motor de su auto para apagarlo y frente a mis ojos que, fortuna y destino, pudieron aprender un poco de él. Es el Capitán General Manuel Rodríguez Campos.

El Capitán General Manuel Rodríguez Campos es indígena de Sangremal, Querétaro. Ésta tampoco es la historia, pero el punto enfocará el total, ahora difuso. Él es heredero de múltiples objetos, pero los objetos, si bien no son la referencia única, bien que son la dicha y desdicha de quienes les quieren retener en prestigio o como validación de presencia inalterada. Y aun así, ésta aún no es la historia pero esto es clave de lo que ocurrirá después.

Tata Manuel hizo de su forma de vida un atrevimiento sin tregua o negociación y de esto, no hay quien juzgue ya objetivamente, quizá sólo quien hable de oídas, pero lo importante no es qué se dice ahora, sino qué realmente hizo nuestro General. De él escuché por primera vez, y para dar un ejemplo, el concepto de soberanía espiritual. “Nuestra liturgia Chichimeca, indiana.”…

Danza prehispánica.
(Fragmento  y adelanto)

Isidro Jiménez Ramírez

Danzo que danzo siempre danzaré

“La forma de establecer el vínculo con los dioses y espíritus era por medio de la danza y el canto en torno a una fogata.”

La invocación de los antepasados desde la velada hasta el cierre después de la danza, va entreverada al recuerdo de aquellos que han dejado las enseñanzas por generaciones sucesivas, que se amparan en ellas para su continuación y preservar la raíz de una identidad que se reinventa al paso de los siglos, desde las sociedades de tiempos antiguos hasta la actuales.

“todos los casos, la escenificación del mitote se llevaba a cabo en torno a una gran fogata pues el ‘fuego … siempre se enciende en el baile’ comenta Pérez de Ribas de ahí la necesidad de contar con abundante leña. La fogata se mantenía prendida hasta que terminaba el mitote. 47

   El comportamiento del culto a los ancestros es una devoción que trasciende por la historia, 48 existe sustrato de ello en términos que son comunes a las lenguas de las culturas que nos anteceden; náhuatl: teyolia / tonalli / ihiyotl; hñahñu: mbui / nzakim / ndähi; maya: o’hlis, / k´ínn / ikk, (corazón / calor /aliento-alma).49 Entidades anímicas en cuanto a la esencia de lo que somos en vida, lo que se manifiesta en lo que comprendemos de la vida y que se transforma ante el misterio de la muerte. Una noción y conocimiento que se transmite, al invocarles de esa forma se reivindica su origen y el nuestro.

“Lo anterior sugiere fuertemente que la creencia en estas tres entidades anímicas era un fenómeno panmesoamericano ya que se encuentra desde el norte hasta el sureste de esta región cultural y las referencias a ellas abarcan más de un milenio”50

    Los puntos de contacto y diferencia que se establecen entre las cosmovisiones de los nativos y la de los recién llegados, tiene vínculos de correspondencia a su vez que desentendimientos y rasgos totalmente distintos, lo que se adapta o adopta responde a lo que de mejor forma se traslapa en una concepción ya existente, la cual es de mucha raigambre y por tanto más común a todos las naciones en ese amplio mosaico pluricultural, con su diversidad de regiones así como forjado al paso de muchos siglos precedentes.51

“[…] El oficio divino o rezo diario de los sacerdotes es descrito como in tlatlatluhtiliztli, initlatlahutiloca in Dios” […] El Cielo empíreo es llamado ilhuicatl itic (interior del cielo), descrito a veces como “la casa de Dios”. El santisimo Sacramento es in teutlaqualli, “alimento divino” […]

Algunos términos se habían adaptado firmemente como mexicanos, a juzgar por su adaptación a las reglas gramaticales de la lengua náhuatl. Tal es el caso de “ánima”: tanima, animantzin, itlacoanimatzin, imanimashuan; […]” 52

    Las ánimas se les considera en la flor, en la ‘cuenta’, en las cruces, en los ‘parandes’ hasta el punto de trascender como esenciales para conservar y transmitir la danza, además de hacerse manifiestas y tener lugar durante la misma.

    Desde los mismos pasos de la danza (recordemos que el ‘permiso’ o ‘firma’ también se le conoce como ‘la persignada’53) a la forma elemental del tendido de flores y la armazón de madera en que se levanta, la cruz está siempre presente, incluso remata la parte superior de los ‘suchiles’ o parandes, recubiertos de cucharillas y ofrendas, en memoria de los antepasados. En los movimientos de la danza, junto con giros, pasos serpentinos, desplazamientos, cuentas elementales de simetría y geometría, la cruz es figura imprescindible y fundamental en varias ejecuciones….

El sentido de la conquista entre las hermandades de danzantes de la Santa Cuenta

A. Rafael Flores Hernández

Malinche abanderada

de todo corazón

y los indios jareros

delante la Santa Cruz

Como podemos apreciar en la estrofa citada, fragmento de uno de los cantos que se entonan para comenzar el rito de la danza entre las mesas concheras, la rememoración de algunos personajes y pasajes de la conquista son recurrentes en la narrativa de las danzas rituales de nuestros días. No es extraño que muchas de las narraciones presenten versiones alternas a las perspectivas institucionalizadas sobre los procesos históricos (por ejemplo, la enseñada en la escuela o la escrita por historiadores profesionales).

En el caso de varias de las denominadas Danza de la Conquista, como la danza de matachines en el norte de México o la danza de concheros en el Bajío y centro del país, la Malinche es reconocida como la gran conquistadora y fundadora del nuevo régimen, relegando el papel de Cortés y los españoles como artífices de la Conquista, hasta incluso llegarlos a desaparecer de las narrativas.

En el caso de las agrupaciones concheras, parte importante de su ideología se sustenta en el concepto de conquista. La visión sobre ésta se expresa en los cantos y largos discursos que acostumbran dar y escuchar en cada una de sus fiestas. De acuerdo con su propia versión, otomíes evangelizados, procedentes de Tlaxcala, marcharon hacia el territorio de frontera con los chichimecas en el siglo XVI, en donde actualmente se sitúa la ciudad de Querétaro, para llevar el cristianismo. La Malinche iba a la cabeza de aquel contingente, acompañando al capitán conquistador otomí y numerosos soldados. Ambos grupos, los otomíes y chichimecas se enfrentaron en una batalla que regó con sangre el cerro sagrado, montaña de origen, hoy conocido como Sangremal. Esta lucha concluyó ante la aparición portentosa de una cruz milagrosa, hierofanía con la cual se erigió el nuevo pueblo colonial….

El origen de los calpultin de la Danza Azteca-Mexica

Michelle Leisky

La Danza Azteca-Mexica se ha arraigado en las ciudades mexicanas y hoy en día es difícil imaginar festejos de eventos importantes en la historia azteca-mexica sin su presencia. Sin embargo, el rostro de la Danza Azteca-Mexica y los grupos de danza llamados calpultin empezaron a crearse hasta a partir de los años ochenta del siglo pasado. Aunque muchos danzantes Mexicas de hoy creen que la forma del ritual actual refleja sobre todo su legado prehispánico, surgió de la Danza Conchera aztequizada donde los elementos católicos fueron reemplazados o removidos.

Desde los años cuarenta del siglo pasado algunos danzantes concheros sentían la necesidad de cambiar las formas antiguas y “aztequizar” las danzas y la tradición. De allí la Danza empezó a tomar el rostro que conocemos hoy en día: se introdujeron elementos prehispánicos como los instrumentos –el huehuetl, atecocolli, teponaztli–, el atuendo azteca e incluso se optó por usar el náhuatl durante las ceremonias. Sin embargo, a pesar de esas reformas, la Danza Conchera seguía siendo un ritual sincrético muy ligado a la fe católica de la cual los primeros grupos de la Danza Azteca-Mexica se querían liberar.

Como los primeros danzantes Mexicas rechazaron la forma sincrética de la Danza Conchera, empezaron a crear calpultin modernos basados en la filosofía del Movimiento Confederado Restaurador de la Cultura de Anahuac (MCRCA) y la Danza Conchera. El término calpulli ya se usaba antes, no obstante, designaba centros de estudio y de enseñanza para los simpatizantes de la Mexicanidad, pero con el paso de tiempo su uso se extendió a los grupos de danza de la Mexicanidad o sea a la nueva vertiente de la Danza Azteca-Mexica. En el desarrollo de los calpultin jugaron un papel fundamental los primeros grupos de la Danza Azteca-Mexica formados en los años ochenta que pusieron bases para las futuras prácticas rituales de los Mexicas.

Entre los grupos pioneros de la Danza Azteca-Mexica destaca el grupo Tloque Nahuaque, de los finales de los setenta y principios de los ochenta, encabezado por el jefe Cuauhtemoc Mosqueda, fundador también del grupo posterior Huehuecoyotl. Cuauhtémoc Mosqueda, originario de la Ciudad de México, fue uno de los primeros danzantes aztecas-mexicas en Zócalo en los finales de los setenta (CM. Entrevista telefónica. 2 de abril 2021; JACR. Entrevista telefónica. 17 de abril 2021; JG. Entrevista telefónica. 12 de abril 2021)..

EL ORIGEN DE LA DANZA

Brenda Lili Sánchez “Xochiocelotl

                                                0

Antes de la luz, fue la obscuridad. El vasto universo estaba lleno de confines sombríos y lastimeros, de una belleza incomparable a pesar de la ausencia de color y brillo. La obscuridad era el portento y el sostén. El mando, el camino, el destino.

Antes de la obscuridad fue la Nada. Mas la Nada, poseía partículas de vida, moviéndose de un lugar a otro, envueltas en un gran cuerpo volátil y etéreo, sin forma, expandiéndose de manera vertiginosa hasta llegar a todos los planos de lo que después llamaríamos universo.

La obscuridad por sí sola no podía vivir por mucho tiempo. Su densidad era apabullante, pesada, fuera de control y dispuesta a seguir creciendo.

Fue entonces cuando empezó a moverse con gracilidad, intentando equilibrar esas sombras, la masa espesa, para llevarla a su momentánea morada.

Cuando la obscuridad movía su densidad, una chispa se iba encendiendo hasta hacer surgir la gran luz.

De la danza de la obscuridad, la primera ofrendada al universo, surgió la luz…


EL ORIGEN DE LA DANZA

PRÓXIMAMENTE:
 De lo mítico e histórico; de lo arcaico, lo conchero, a la mexicanidad.
Compilado:
Fabián Frías; Alberto J. Coranguez; María Cristina Córdova Ugalde ; Isidro Jiménez Ramírez ; A. Rafael Flores Hernández, Michelle Leisky; Brenda Lili Sánchez “Xochiocelotl” y el compilador José Antonio Cruz Rodríguez.

Danza prehispánica.
(Fragmento  y adelanto)

Isidro Jiménez Ramírez

Zacatan, zacatan, zacatan 70 tan tan tan

    En la mitad del siglo XVI se transformaría todo de lo que era una cosmovisión, los rituales donde se incluían danzas (resultado de un acervo de siglos precedentes) va modificándose, mimetizándose y mezclándose entre las distintas prácticas de las etnias nativas. Lo nahua-ñhañhu lejos de diferenciarse como vertientes excluyentes en su historia, más bien se incluyen y se entrelazan al tiempo que desarrollan rasgos propios.71 Lo que seguiría entonces en el siglo XVI y XVII sería una mayor interacción con poblaciones purépechas y chichimecas, así como con la población llegada allende del mar (ibéricos y afroantillanos) junto a la gran cantidad de castas que surgirían en dicha sociedad estamentada.72 Esto respecto a lo que en su raíz concierne a la danza que ahora nosotros conocemos como azteca chichimeca.

   La costumbre de preservar la historia mediante pintura, canto y danza es evidente en los vestigios de los antepasados por lo que las danzas tradicionales son una forma de escritura etérea, conservada mediante el movimiento y la música. Su carácter colectivo es relevante al considerar quienes son en un principio sus cultivadores, o como se aprendieron, o de donde se tomaron, si las ‘enseñaron’ los frailes o son parte de una continuación, rasgo característico preservada en las sociedades indígenas que las conservan y les dan forma. Un variado acervo que se transmite y es recompuesto en la época novohispana.

   Es una característica de la época virreinal la gran cantidad de población indígena que la componía respecto a los españoles que la habitaban, una reconfiguración social en la segunda mitad del s. XVI y primera mitad del XVII,73 es el tiempo cuando en muchos saberes hubo una amalgama de conocimientos, costumbres y hábitos entre la sociedad que se desenvolvía en ese tiempo. La población indígena continua entre la adaptación y la resistencia, aunque para el periodo novohispano tardío el tono de su trato con los peninsulares se ha modificado respecto al inicio de la irrupción hispánica, pues ha dado lugar al resignificado de sus contenidos, los ha considerado, adaptado o evadido al tiempo que pertinaz se reitera la memoria de los antepasados.

   Considerar la procedencia de las danzas que conocemos como ‘azteca chichimeca’, respecto a sus formas coreográficas, pasa desde suponer que se debe a los frailes su inserción en los teatros de masas y como tal una procedencia de la península ibérica,74 hasta la cuantiosa cantidad de menciones sobre la afición y habilidad por la música y la danza que reconocieron los religiosos en los ‘naturales’, así como su decisión de auxiliarse de ello e intentar darle acaso una dirección discursiva.

    Al ver lo mucho que con ello era para su solaz y forma propia de venerar, decidieron «dejar que siguieran con ello» es lo que se menciona muchas veces, no señalan que «entonces les enseñaron a danzar», la situación nos lleva a plantear: ¿quiénes detentaban la habilidad para la danza, la música y la veneración religiosa mediante la misma?, ¿se distinguían acaso los frailes por ser excelentes danzantes?, ¿los españoles tenían interés en mostrarse como hábiles ejecutores de danzas y que fueran mejor o incluso tuvieran mayor su conocimiento en esa materia frente a la población nativa?…75

“‘Aunque muchas de estas danzas se hacían en honra de sus ídolos,’ [Joseph de] Acosta insiste que el »baile« para los indígenas es más bien un regocijo o placer y, por lo tanto, ‘no es bien quitárselas a los indios, sino procurar no se mezcle superstición alguna.’ […]

Conin La piedra que zumba

(fragmento)
Autor J. Alberto Coranguez

Quien abre el diálogo es el español, quien arguye que viene en nombre del gran rey de España don Carlos V, para recibir el sometimiento pacifico de los pobladores de esta tierra, y para que reciban la enseñanza del cristianismo, que conozcan a Cristo, crucificado para redimir a los hombres, su madre y dios padre, volteando a ver al fraile franciscano este levanta la cruz que lleva entre sus brazos. Conin y sus capitanes ni se inmutan. El cacique Otomí Mexici le responde en la propia lengua del español que ahí no conocen a nadie más que Conin, ni conocen más dioses que los suyos:  Otonteuctli, su primer numen; Edahi, señor del viento; Ekemaxi, Serpiente emplumada; Muye, señor de la lluvia; Okhwadapo, señor de las yerbas…el franciscano se persigna y dice que la herejía que les invade le condenara al infierno, que deben aceptar el bautizo como ya lo han aceptado muchos en Tenochtitlan y Michoacán en Cempoala y Tlaxcala.

El capitán de la expedición invasora les refiere que Moctezuma Huey Tlatoani de Tenochtitlan fue sometido, lo mismo que Cuauhtémoc y los señores de Michoacán, los señores de Tollocan, que todos los pueblos han reconocido como su señor al Rey del Sacro Imperio Romano Germánico, Rey de Castilla, Navarra y Aragón, poderoso señor que es reconocido por su generosidad a quienes le reconocen como su rey.

Conin responde que los señores de Tenochtitlan de Michoacán y otros pueblos, no han recibido a cambio nada del poderoso rey que dicen representar, solo destrucción, despojo, muerte, engaño y violaciones a sus mujeres, que Conin y su pueblo no son Cholula, Texcoco, Tlaxcala ni son Cempoala, si pretenden pasar por las tierras de Conin deben ofrecer un tributo o no podrán pasar por ahí, ni por ningún otro lado.

Ante estas palabras los aliados de Tlaxcala que acompañan la expedición española reaccionan ofendidos y piden atacar al enemigo casi desbordando a sus aliados españoles, por su lado los soldados españoles sueltan gritos reclamando a su capitán porque seguir hablando con esos perros indios herejes que no conocen al dios cristiano y amenazan levantando las espadas. Españoles y aliados se convierten en una masa nerviosa, los españoles vociferan, los indígenas aliados, tlaxcaltecas y Texcocanos al mando de su capitán Xicalchalchilmitl, gritan y emiten aullidos de guerra creando la atmosfera de guerra, un movimiento en falso desataría un verdadero infierno.

Conin levanta su mano derecha a lo alto con el puño cerrado y se mantiene largos momentos en esa posición  y su gente mostrando una férrea disciplina y orden no mueve un musculo, espera la señal de su capitán, la mano de Conin genera expectativas en sus interlocutores, Hernán Pérez de Bocanegra a su vez levanta ambas manos a la altura de los hombros  y hace señas a su gente ordenando que no se haga ningún movimiento, lo que aunado al gesto del jefe otomí desconcierta a la fuerza española y sus aliados, Conin ordena que se den pasos atrás y Hernández de Córdoba hace lo mismo.

Se levantan las banderas de uno y otro lado, la formación se compacta, se preparan los cañones españoles, y se ordena a un par de jinetes que hagan relinchar los caballos al mismo tiempo que se dispara uno de los cañones hacia un lado impactándose el proyectil produciendo una nube de polvo  en una ladera de las colinas que les rodean, ordena que de entre la tropa se adelanten con una decena de grandes perros que gruñen a la vista de los otomíes, y con las fauces escurriendo son detenidos por fuerte correas evitando que se lancen al ataque,  los españoles pretenden mostrar su fuerza antes de entrar en combate con la pretensión de intimidar a sus contrarios, esto les ha dado buenos resultados a tal grado que algunos pueblos se sometieron incondicionalmente ante estos demostraciones de ferocidad y poderío, que produjeron un comprensible miedo precedido por la incertidumbre de las presuntas profecías que  pronosticaron la destrucción del mundo conocido.

CONIN El que hace ruido

PRÓXIMANTE


PRÓLOGO (fragmento)
Llevo más de 3 décadas con una pertenencia a la danza de concheros, a veces de manera muy estrecha, otras un tanto contemplativa, pero el caso es que he visto que una necesidad fundamental de la danza es precisamente conocer del origen mítico ó histórico de esta tradición. En la tradición oral el origen está en la aparición de la cruz de la Iluminación y del señor Santiago en medio de una batalla allá en el cerro de Sangremal, lo que hoy es la ciudad de Querétaro,. Bbatalla entre los habitantes de esa región, naciones chichimecas como pames, guamares y jonaces, contra los españoles y aliados indígenas, entre ellos el señor de Nopala, Conin, principal de Jilotepec de la nación Otomí. En medio de lo más cruento del enfrentamiento sucede el milagro que convierte a los chichimecas al cristianismo y aceptan la cruz y se someten gritando “Él es Dios”, dando así comienzo a la tradición de la danza de los concheros, quienes utilizan esa frase en todo momento durante sus ceremonias y aun fuera de ellas. Es leyendo este precioso texto de Coranguez que aquel personaje mítico, nebuloso en los relatos escuetos del milagro, relatos en los que también los nombres de los protagonistas incluidos los jefes chichimecas Lobo y Coyote, son casi inexistentes, más lejanos y borrosos que Montañez y que el mismo Conin, en las letras de Coranguez, tienen personalidad, humanidad y palabra, si, palabra, esa que nos obsesiona en la danza, palabra si, oralidad virtuosa.


Este relato que tiene elementos de novela histórica por las inferencias bien documentadas del autor; nos pone evidencia del logro portentoso de Conin sí, pero aun de los derrotados chichimecas, el de la preservación no solo del bien más preciado: la sobrevivencia misma de la comunidad, sino de ciertas condiciones indispensables que algunos otros pueblos perdieron, como la preservación de rituales y saberes como se infiere, el de la danza conocida como de concheros.  Pero, además debido a la fina estrategia de Conin, cierto control jerárquico y la toma de decisiones.

 
Como decía líneas atrás. en el caso de los danzantes lo que nos ofrece Coranguez es jade precioso, para entender más nuestra danza, el valor poderoso que le viene desde la entereza moral de personajes como Conin o Lobo y Coyote.  Pero así mismo la estrategia de Conin es una gesta muy humana, que debiera interesar a cualquier mexicano que busque indagar la historia regional de la zona limítrofe entre la llamada Mesoamérica y Aridoamerica, y sobre todo, que este ejemplo regional vale mucho para entender la complejidad de la adaptación, la resistencia y el llamado sincretismo de México. No como un lastre sino como una estrategia rica, compleja y valiosa de la preservación de la cultura de un pueblo.



José Antonio Cruz Tlacuilo


EL ORIGEN DE LA DANZA

(fragmentos)

CONIN “El que hace ruido”

J. Alberto Coranguez Patiño

(breve fragmento)

Es la primera semana de julio de 1531, en la planicie de Andamexey muy de mañana Conin y sus capitanes incluyendo a Hernán Pérez de Córdoba está a la espera de las señales de los chichimecas que anuncie la llegada de los intrépidos jefes de lo que se empieza a conocer como “la Gran Chichimeca”. Estos no se hacen esperar en el cerro más cercano en donde no hay vigías, se aparecen un grupo de guerreros chichimecas haciéndose notar con sus armas en la mano y con movimientos lentos depositan sus armas en el piso como señal de paz.

Es la señal de que se acercan los grandes jefes chichimecas Guamares, quienes se acercan parsimoniosamente, los jefes principales vienen por delante y a poca distancia dos decenas de Capitanes, todos han honrado su palabra y vienen desarmados, los anfitriones también están desarmados, son hombres valientes naturalmente unos y otros no vienen solos, sus contingentes a prudente no se dejan ver, pero están a la expectativa y en posición de entrar en combate si reciben la orden.

Las comitivas quedan frente a frente, Conin y los principales jefes chichimecas se conocen, en su calidad de Pochteca el “que hace ruido” ha comerciado con los chichimecas y su gente, ha entrado hasta el corazón del territorios de  los  guaxabanes, los sauzas y  los guamares puros, eso permite saber a los Chichimecas que hablarán con un hombre de palabra, saben sin duda que Conin evito la guerra con la expedición española con una estrategia exitosa y se hizo respetar, saben de la gran convocatoria que tiene el Pochteca Otomite, la prueba es que es precisamente Conin quien capitanea las numerosas fuerzas aliadas, incluyendo a los españoles que quedaron prácticamente en calidad de subordinados, Los Guamares no confían pero Conin les inspira respeto, eso es clave para dar a conocer su palabra y escuchar la palabra del que los convoca.

Conin abre la conversación y les da la bienvenida a grandes jefes chichimecas …Hogä ehe… agradece su aceptación para conocer la palabra de Conín y de dar a conocer la poderosa palabra chichimeca, hablan en lengua otomiana, los españoles se incomodan no entienden el dialogo y piden que les traduzcan lo dicho.

Habla el jefe Calpixtzin en tercera persona y dice ..antes de la llegada de los hombres blancos y barbados  los pueblos Nahñu y chichimecas podían vivir en paz, se respetaban y quien no respetaba era severamente castigado,  a la llegada del jōì´i taxi, todo ha cambiado, el horizonte se oscureció, las aves callaron, ya no hay alegría en los pueblos guamares, los blancos destruyen todo, por donde pasan ya no crece la hierba, separan a las familias, esclavizan a los hombres y hacen suyas a las mujeres, no respetan a los ancianos, despojan hasta de la comida a su paso, son como una plaga,  sabemos de un castilan llamado Ñuño con sus capitanes Pedro Almindez y Cristóbal de Oñate mataron indignamente  a señor de Michoacán, esclavizan hombres y se los llevan lejos, siguen avanzando y sabemos que llegaron al valle de Amajac que es territorio de los Tecos y andan por Nochistlán  y  Teocaltiche territorio de los Cazcanes, hombre blanco no es bienvenido, don Lobo pregunta  ¿señor Conin porque hace alianza con hombres blancos?